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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capítulo 15


Son las cinco. Es hora de empezar a prepararse. Ha quedado a las seis y no quiere llegar tarde, como le pasa siempre. No sabe qué ponerse, ¡qué raro en ella! Bueno, le preguntará a Valen, ella tiene muy buen gusto y siempre acierta con todo. Sale de su habitación, recorre el pasillo y entra en la de su hermana mayor. La chica está pintándose las uñas, es toda una artista. Es capaz de dibujar la bandera de Inglaterra en cada una de sus uñas sin apenas esfuerzo. Julia se sienta a su lado:
-Guau, Valen. Te está quedando genial. No sé cómo lo haces.
-Con paciencia y un poco de práctica todo se consigue.- responde la chica con una sonrisa.
-Que va, eso no lo hace cualquiera. Es que tú eres una artista.
-Anda, deja de hacerme la pelota, pequeña. Y dime ya qué quieres.
-Es que… no sé qué ponerme.
-¿Qué harías tú sin mí, enana? A ver, vamos a ver que tienes en tu armario, ¿vale?
Las dos chicas entran en el pequeño cuarto de Julia y comienzan a observar su ropa. Abren los cajones, pasan las perchas, lo revuelven todo y, por fin, Valen elige unos pitillos blancos que le hacen una figura espectacular a su hermanita y una camiseta rosa con el símbolo de la paz en el centro de color negro. Julia se viste y se mira al espejo. Peeeerfecta. Su hermana tiene muy pero que muy buen gusto. Se siente guapa, se siente libre, se siente capaz de todo.
-¿Qué, te gusta?
-¿Que si me gusta? Me encanta, Valen. Tienes un gusto espectacular. Muchísimas gracias.
-Para eso estamos, la belleza la llevas encima, solo hay que saber cómo resaltarla.
Julia le da un beso en la mejilla a su hermana y vuelve a su habitación para elegir los complementos. Está mirando los pendientes cuando la melodía de “Summer shade” de Cody Simpson invade su cuarto. Alguien le está llamando. ¿Quién será a estas horas? Mira la pantalla y ve que es un número desconocido. Se habrán equivocado. Deja sonar la música y no contesta. Al rato, su móvil vuelve a sonar. Mira la pantalla y… es el mismo número. Bueno, habrá que responder, ¿no? Pulsa el botón de “contestar” y dice:
-¿Si?
-Julia, ¿eres tú? Es la segunda vez que te llamo.
-Sí, soy yo. Pero la pregunta es, ¿quién eres tú?
-¿Hace falta que me ponga a cantar para que sepas quién soy?
Julia sonríe, ese chico le está empezando a caer bien.
-¡Marcos! ¿Cómo has conseguido mi número?
-Tú qué crees, me lo ha dado Sergio.
-Bueno, ¿y para qué me llamas?
-¿Qué pasa, que no te ha hecho ilusión?
-Que sí, tonto. Pero me ha sorprendido.
-Ah bueno. Pues te llamaba para saber si puedes venir esta tarde a dar una vuelta  conmigo y con Sergio.
-¿Yo, con vosotros? Creía que solo salíais a la calle para pintar paredes.
-No pintamos paredes, decoramos las calles. No es un hobby, es un estilo de vida, ¿sabes? Si no respetas los graffitis, no me respetas a mí, ¿vale?
-Vale, vale. No te pongas así. De todas formas no puedo, ya he quedado con Manu y con Lidia.
-¿Con esos dos frikis? Venga ya, nosotros somos mejor compañía.
-Pues resulta que esos dos frikis, como tú dices, son mis mejores amigos. Si me has llamado para insultarlos, ya estás tardando en colgar.
-Vale, que borde eres tía. No sé ni para qué te he llamado, joder.
-Pues no te molestes en volver a llamarme.- y, tras decir eso, Julia cuelga el teléfono. ¡Qué borde se ha puesto Marcos! Ha llamado frikis a sus dos mejores amigos y ha querido salirse con la suya. Julia no sabe cómo ha podido llegar a pensar que era majo. Realmente, es una mala influencia para Sergio. Ahora mismo le odia, le odia demasiado. Ella se había hecho ilusiones pensando que era un chico simpático, pensando que podrían llegar a ser amigos. ¡Qué equivocada estaba! Se le han quitado las ganas de todo, pero ese cabrón no puede amargarle el día. Se pone los complementos y entra al baño con una sonrisa en la cara para empezar a maquillarse. 

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