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domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 21


A eso de las once, en casa de Lidia.
La chica todavía sigue pensando en lo que ha pasado hace apenas unas horas con Carlos. No puede creerlo, su nuevo vecino ha estado a punto de besarla. ¡Maldito ascensor! Si no hubiese arrancado, habría recibido su primer beso. Pero, ella quiere que su primer beso sea especial. Está enamorada de Manu desde hace mucho tiempo y siempre ha deseado que su primer beso se lo dé él, su mejor amigo, su amor platónico. Esto es muy difícil, nunca pensó que se iba a enamorar, y mucho menos de un chico que la trata como a una hermana. Es algo subrealista. Le conoce desde que eran pequeños, le ha cogido muchísimo cariño y le da miedo sincerarse con él por miedo a perder una valiosa amistad. Al principio, le quería como a un amigo, pero poco a poco se fue dando cuenta de que sentía algo más que amistad por ese chico de ojos marrones. Y ahora, ahora Carlos ha aparecido en su vida, sin avisar, desordenando sus sentimientos por completo. ¿Quién sabe? Tal vez le ayude a olvidarse de Manu y deje de sufrir para siempre. Está hecha un lío, todo eso es muy complicado. Ha hablado con Julia y solo ha conseguido rayarse más, su amiga le ha dicho que se lance, que no tenga miedo de lo que pueda pasar, que deje la timidez a un lado. Pero hay un problema, que Julia no sabe que está enamorada de Manu. Si lo supiese, seguro que cambiaría de opinión. Por otra parte, no ha hablado con Carlos en toda la noche. ¿Le dará vergüenza hablarla o simplemente estará ocupado haciendo otras cosas? No lo sabe, pero tiene unas ganas tremendas de hablar con él, de modo que le busca en el chat de Tuenti y escribe:
“Hola. Siento mucho lo del ascensor, estaba muy nerviosa y te he echado la culpa a ti. Has sido muy bueno conmigo, de verdad.”
Mientras tanto, en casa de Carlos.
El chico ha llegado a casa nervioso, ha estado a punto de besar a una chica que apenas conoce de unas horas. Ni siquiera sabe por qué lo ha hecho, ha actuado por instinto y, si el ascensor no hubiese comenzado a funcionar, a lo mejor habría cometido el mayor error de su vida. La verdad es que nunca le había pasado lo que le pasa con Lidia. Ha sido un flechazo, como en las películas. Nunca pensó que algún día llegaría a sentir algo así por una chica. Sin embargo, apenas la conoce y no quiere imaginar qué ha podido pensar su vecina cuando ambos estaban en el ascensor. Se muere por hablar con ella, pero no quiere parecer pesado. Lo mejor será entretenerse un rato. Entra en Skype y mira a ver si su hermana está conectada. Ha tenido suerte. Hace click en su nombre y comienza a hablar con ella. La verdad es que la echa muchísimo de menos, vivir lejos de una hermana apenas dos años menor que tú es muy duro. Mira a la pantalla, la chica sonríe, es una adolescente preciosa, cualquiera mataría por estar con ella. Lleva el pelo recogido en una coleta y su flequillo rubio cae hasta taparle las cejas. Carlos la mira con una dulce sonrisa y le dice cariñosamente:
-Te quiero enana.
Marta sonríe. Su hermano siempre ha sido su principal apoyo. Estar tanto tiempo sin él va a ser muy difícil. Barcelona no es lo mismo sin ese chico de ojos marrones. Le mira y dice:
-Yo sí que te quiero. Estás guapísimo.
-Ya sabes de quien has heredado la belleza.- bromea Carlos.
La chica esboza una triste sonrisa. Joder, le quiere mucho. Es imposible vivir sin sus tonterías, sus abrazos, sus peleas, sus reconciliaciones, sus noches en vela viendo películas de miedo. Recordando viejos momentos, se le han humedecido los ojos y una pequeña lágrima recorre su mejilla. Carlos se da cuenta, y en seguida comienza a hablarla:
-¡Ey! ¿Por qué lloras princesa? ¿A quién tengo que partirle la cara?
Marta se seca las lágrimas y dice con toda seguridad:
-Pártele la cara a la distancia. Golpéala hasta hacerla desaparecer. Nos separan muchos kilómetros. Espero verte en Navidades, no voy a poder aguantar mucho tiempo sin ti.
Carlos está empezando a emocionarse. Su hermana es muy madura para ser tan pequeña. Nunca pensó que algún día tendría que estar a tantos kilómetros de distancia de ella. Siendo sinceros, nunca pensó que sus padres llegarían a separarse. Habla y dice:
-Princesa, algún día iré a buscarte a Barcelona y nos fugaremos juntos, ¿qué te parece?
Ambos continúan hablando durante horas hasta que la chica decide irse a dormir. Es entonces cuando Carlos abre la ventana de Tuenti y descubre el mensaje de Lidia, pero su vecina ya no está conectada. ¡Qué lástima! Bueno, mañana a las ocho la esperará en el portal y hablará con ella. Ahora es hora de irse a dormir.

2 comentarios:

  1. Que bueno si fuese un libro yo me lo compraría me tiene enganchadisima. Me gustan todos los capítulos.

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  2. En serio? Muchisimas gracias. Puedes hacerte seguidora o agregarme a You Are Blue Prince en Tuenti :)
    Un besito y gracias por comentar.

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