Capítulo 1

12 de Septiembre. Domingo. Madrid. Cinco de la tarde.
Julia se prepara para salir con sus amigos. Abre el armario. Observa toda su ropa, tiene bastante, pero hoy no le gusta nada. Decidido, mañana por la tarde irá de compras con su madre. Abre los cajones, cambia de sitio toda su ropa, separa las perchas. Su esfuerzo ha sido en vano, sigue sin encontrar nada que le guste. Cierra el armario desconcertada. Se sienta sobre la cama e intenta sacarse de la cabeza ese pesimismo. Sí, eso es, ya lo tiene. Le pedirá algo de ropa a su hermana mayor. Se llevan cuatro años, pero ambas tienen un cuerpo parecido. Sale de su habitación, recorre el pasillo y entra en la de Valentina. Esta, se encuentra sentada sobre la cama escuchando música, con su Ipod a todo volumen. Al ver a su hermana pequeña, apaga la música.
-¿Qué quieres, pequeña?-dice con una dulce sonrisa.
-Valen, ¿puedes prestarme algo para salir? Es que no encuentro nada.
-Claro, coge lo que quieras. Lo que sea por mi pequeña.
Julia sonríe amablemente y abre el armario de su hermana. Eso ya es otra cosa. Valentina tiene muy buen gusto, algún día cumplirá su sueño y será diseñadora de moda. Tras un largo rato, se decide por unos shorts con la bandera de Estados Unidos y una camiseta de tirantes blanca con una chica en el centro. Le da las gracias a su hermana y regresa a su habitación. Una vez allí, es la hora de los complementos. Abre una pequeña cajita de cristal. Primero, los pendientes. ¿Hello Kitty o corazoncitos rojos? Con ese conjunto, lo más conveniente son los corazoncitos. Ahora, un colgante. Sí, ese con el símbolo de la paz parece bonito. Y finalmente, las pulseras. Una de cuerda, otra de bolitas y unas cuantas de cascabeles. Un reloj azul y lista para maquillarse. Ya son las cinco y media. Tiene que darse prisa o no llegará a tiempo, como siempre le pasa. La puntualidad no es su fuerte. Sale de su habitación y entra en el baño a toda prisa. Abre el grifo y se lava la cara. Aplica la base de maquillaje y el corrector de ojos. Sombra por aquí, rímel por allá. Es la hora del pintalabios. Se decanta por un rojo pasión y se lo aplica cuidadosamente. Las seis menos cuarto. Coge un peine y comienza con su pelo. Una vez desenredado, se recoge el flequillo con una pinza a cada lado y sonríe satisfecha. Vuelve a su habitación y se echa su colonia favorita, la de melón. Coge un bolso, guarda el monedero, el móvil y la cámara de fotos. Si hay algo que le encante a Julia, es la fotografía. Siempre sale a la calle con su cámara, no puede vivir sin ella. Finalmente, se despide de sus padres y sale de casa, no sin antes echarse un vistazo en el espejo del salón. Baja las escaleras, son las seis menos cinco. Sale a la calle y comienza a caminar hacia el parque de su colegio, el lugar donde ha quedado. Un semáforo, una calle a la derecha, otro semáforo, una rotonda y finalmente, su destino. Cuando llega, sus dos mejores amigos ya están allí. Una vez más, es ella la que llega tarde. Manu y Lidia la saludan cariñosamente con dos besos. Hoy, es su último día de vacaciones. Necesitan aprovecharlo al máximo. Mañana empezarán la ESO.